...a través de Bertha Dudde - 17.03.1941
BD 1850 Palabras paternales consoladoras …

Dejad que los niños vengan a Mí y no se los impidáis … Venid a Mi todos que estáis cansados y agobiados, Yo os aliviaré … ¿Puedo daros más seguridad de que no estáis solos y abandonados, que a través de estas palabras Mías? Soy el Padre de los sabios, el amigo de los pobres, el consolador de los afligidos y el protector de todos los oprimidos … Cualquiera que se refugie en Mí puede verdaderamente estar libre de todas las preocupaciones. Y por eso debéis acudir a Mí en cada necesidad y presentarme vuestras inquietudes. Quiero estar presente siempre y en todo lugar donde Me necesitéis y quiero guiaros hacia Mí en todos vuestros caminos. Quiero apartar la tristeza y cambiarla en alegría, y así no seréis abandonados e indefensos en el sufrimiento con el que os probaré.

Yo exijo vuestros corazones, quiero que os conectéis íntimamente Conmigo, quiero que estéis establecidos en vuestra fe en Mí y en Mi amor en el tiempo de angustia venidero … Quiero que podáis entrar con plena convicción para Mí, para que podáis representarme ante todo el mundo. Quiero que Mi amor os sea revelado, que Me sintáis cerca de vosotros … Quiero que seáis tranquillos en vuestro sufrimiento, que os encomendéis a Mí con devoción y fe para poder obrar visiblemente en vosotros, para que toméis conciencia de Mi poder y fuerza, para que Yo viva en vuestros corazones, que os asociéis Conmigo como a vuestro hermano, que no temáis sino que seáis creyentes.

Porque Mi amor es mayor que toda dificultad, Mi brazo es más fuerte que el peligro, y lo que significa para vosotros un gran sufrimiento, os traerá un estado de madurez que de otra manera nunca podréis alcanzar. Por eso os llamo: Creed, amad y confiad … Sed como los niños pequeños que descuidadamente dejan todo al Padre porque saben que Su amor sólo quiere lo mejor para Sus hijos … Y venid a Mí en toda necesidad, Yo quiero ayudaros y nunca debéis pedirme ayuda en vano, porque escucho la oración de los que Me reconocen como su Padre y Me suplican en toda angustia …

Amén